La pérdida de dientes resulta un proceso que obstaculiza de modo determinante la correcta función de la mordida, además de dificultar que algunas personas puedan vivir una vida plena, pues esto puede afectar la forma en la que interactúan con el resto de la sociedad. A pesar de que a menudo se responsabiliza a una higiene oral deficiente de la carencia dental, en ocasiones esta puede deberse a traumatismos severos o enfermedades de la más diversa índole.
En la actualidad, existen un conjunto de soluciones para suplir esos espacios vacíos que se dan por la pérdida de estas piezas, como son las dentaduras postizas y los implantes dentales. Muchas personas han resaltado las ventajas que aportan estos últimos en cuanto a durabilidad y estabilidad, lo que les garantiza mayor seguridad en sus rutinas diarias.